Tardes delante de un café. El vapor sigue saliendo y la lluvia no deja de caer.
Miro por la ventana, ahí estas tu reflejada, con el otro café. Soplas y soplas, observando como el humo cambia su dirección.
Horas delante del mismo café, semanas, meses. Y no me canso, no me canso de verte soplar al humo. No me canso de compartir todos estos momentos contigo, y tu felicidad.
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